Traspasamos los umbrales de los desafíos del invierno y pudimos vernos contrastados con nuestras profundidades del Alma, a las que el ritmo invernal proporcionó la atmósfera adecuada para aquellas confrontaciones importantes que necesitaban madurar.
Parte del camino del recorrido anual es acercarnos un poco más hacia nuestro Ser más íntimo y esencial. Hicimos contactos con nuestro Yo más profundo, pequeños o grandes… estos conmocionaron nuestra Alma y nutrieron nuestro Espíritu; el hecho es que cada uno de esos movimientos germinarán y serán nuestra propia primavera, trayendo brotes que nos invitarán a movernos hacia la esperanza.
¡Lo que haya dejado el invierno brotará y te acompañará en este nuevo ciclo primaveral!
¡FELIZ PRIMAVERA!
Carola Fredes
Directora ECO
Septiembre 2023